domingo, 17 de enero de 2016

Otro lunes. La de arena.




“A mis obligaciones”

Cumpliendo con mi oficio
piedra con piedra, pluma a pluma,
pasa el invierno y deja
sitios abandonados,
habitaciones muertas:
yo trabajo y trabajo,
debo substituir
tantos olvidos,
llenar de pan las tinieblas,
fundar otra vez la esperanza.

No es para mí sino el polvo,
la lluvia cruel de la estación,
no me reservo nada
sino todo el espacio
y allí trabajar, trabajar,
manifestar la primavera.

A todos tengo que dar algo
cada semana y cada día,
un regalo de color azul,
un pétalo frío del bosque,
y ya de mañana estoy vivo.
Mientras los otros se sumergen
en la pereza, en el amor,
yo estoy limpiando mi campana,
mi corazón, mis herramientas.

...Tengo rocío para todos...


Poema prólogo de "Navegaciones y regresos" 1959
El proceso poético iniciado en Canto General (1950), canto de identidad con su pueblo, Chile, y a través de él con toda América, se prolonga en la década de los cincuenta Las Odas Elementales (1954), que se continuarán después en Nuevas Odas Elementales (1956), Tercer Libro de Odas (1957) y Navegaciones y Regresos (1959).





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